Nueva Tierra
Memorias de la Santísima Madre Margarita María del Corazón Inmaculado.
Librería Holográfica Universal ( antes conocida como Wikipedia).
Sucedió en el siglo XXII del planeta Tierra, cuna de nuestro Señor Jesucristo.
La mayor parte de la humanidad optó por la Herejía: el dominio de la tecnología sobre las enseñanzas de Dios.
Primero comenzaron con la SOBERBIA: modificar el ADN diseñado por la divinidad para burlar la muerte. Nos volvimos inmortales sin posibilidad de elección. Nuestros padres decidieron tener niños “perfectos”, burlándose así del plan divino que todos tenemos escrito antes de nacer.
La ciencia impía nos alejó del camino. Caimos en la PEREZA cuando los robots empezaron a hacer el trabajo manual cotidiano. Nos volvimos estúpidos con el desarrollo acelerado de la primera Entidad Virtual Autónoma, EVA.
¡No hubo marcha atrás! Los herejes motivados por la ENVIDIA buscaron superar los avances de otras empresas de biotecnología: nanobots que mantenían delgados a los glotones, antibióticos diseñados a la medida para que los adictos al sexo perdieran el miedo: las enfermedades venéreas perdieron su significado.
Nos convertimos en la Sociedad de los Siete Pecados: nadie estaba libre de culpa.
La AVARICIA de las megacorporaciones, como el Conglomerado Salinas-Trump, destruyeron los recursos naturales del planeta. Nadie los detenía, nada los tenía satisfecho. Lo primero que hicieron con el cambio climático fue comprar grandes extensiones de terreno cultivable ( se volvieron dueños de la mayor parte de la producción de las frutas y vegetales naturales) al rescatar de su fracaso económico a varios gobiernos populistas latinoamericanos. Ese fue el principio del fin.
Un puñado de hombres piadosos decidió dejar este infierno terrestre antes que fuera demasiado tarde. Tuvimos que utilizar tecnología profana para poder escapar hacia el planeta Nueva Tierra. Para que los herejes no frustraran nuestros planes desarrollamos en secreto una variedad de un virus sintético recombinante; uno que pudiera burlar la tecnología médica de los pecadores, le llamamos naturalmente: Bio-Apocalípsis.
Pudimos ganar tiempo, nos fuimos fortaleciendo; tuvimos tiempo de construir una Nave Arca para escapar hacia Nueva Tierra: el paraíso perdido de nuestros ancestros.
Decidimos que para lograr que la obra de Dios fuera perfecta, teníamos que ofrecer nuestra vida para no infectar con nuestros pecados a las nuevas generaciones. Llegando al planeta quemamos las naves, las destruimos sin piedad. Dejamos doce androides de la generación Apostol para que cuidaran a los bebés que se gestaron durante el trayecto. Bebés puros, pacientes, humildes, castos, trabajadores: dignos siervos del Señor (obviamente algo tuvo que ver que le metimos mano a su ADN para que así nacieran).
Alabados sean todos aquellos que abjuran de los falsos dioses de la Ciencia pagana… ¡Viva la Nueva Tierra!