En mi infancia tuve el apoyo de unas tías que me adoptaron para apoyar a mis padres de una situación económica muy complicada. Tuve el privilegio de que nunca me negaron un libro. Me la pasaba horas y horas encerrado en mi cuarto leyendo los clásicos de la literatura, y luego de adolescente libros de ciencia y filosofía (sí, era …